Queremos romper, desencadenarnos, saltar, jugar, subir a los más alto del box, queremos salir de nuestro entrenamiento eufóricos, destrozados, pletóricos, con ganas de que llegue nuestra próxima sesión porque necesitamos nuestra dosis de realidad, de provocación.
Queremos entrenamientos que nos valgan para nuestra vida diaria.